¿Te despiertas con dolor de cabeza? ¿Sientes dolor en la mandíbula o los dientes? ¿Tienes los dientes desgastados o los rechinas mientras duermes? ¿Te cuesta abrir la boca o tienes chasquidos al hacerlo? ¿Tienes ruidos o zumbidos en los oídos?… ¿Conoces el bruxismo?

Si algunas de las respuestas son afirmativas puede que tengas Bruxismo.

A continuación explicamos lo que es y te informamos del tratamiento.

¿Qué es?

El bruxismo es una alteración biomecánica, muy común, de la articulación témporo-mandibular (ATM). 

Esta produce una parafunción que consiste en apretar o rechinar los dientes durante el día y sobre todo durante el sueño. Es decir, las personas con bruxismo aprietan fuertemente los dientes inferiores con los superiores y, a veces hacen movimientos de atrás hacía delante. 

Los músculos de la masticación generan de forma inconsciente una serie de movimientos intensos y rítmicos provocando así tensión, dolor en la región mandibular y, en ocasiones, dental. 

¿Qué otros síntomas puede producir?

Como se comentó anteriormente, una de las consecuencias del bruxismo es que los dientes ejercen una fuerza excesiva entre ellos que afectan los músculos que rodean la mandíbula.

Otra señal de tener Bruxismo es el dolor de cabeza por la contractura de los músculos, al igual que tener dolor facial y molestia o inflamación de la mandíbula.

Además pueden aparecer los siguientes síntomas: 

  • Los dientes chirrían, crepitan o crujen por la noche.
  • El paciente amanece con mucha tensión en mandíbula y/o sienes, cefalea matutina. 
  • Signos en el oído (pitidos, ruidos, dolor). 
  • Dolor cervical.
  • Irritabilidad, nerviosismo.
  • Desgaste dental o del esmalte, encías sensibles y/o inflamadas. 
  • En casos más avanzados puede causar la movilidad de algún diente o incluso llegar a producir la fractura de alguna pieza.

¿Cuál es su posible origen?

Hay muchos factores que pueden estar asociados, pero fundamentalmente se trata de una patología de origen psicológico o emocional: nerviosismo, estrés, preocupaciones,  trastornos psiquiátricos y más. 

Otros factores predisponentes son: disfunción de la articulación, problemas cervicales, craneales, posturales, mal descanso , el consumo de ciertos medicamentos , tabaco o drogas, trastornos neurológicos, etc. 

¿Cómo lo tratamos?

El tratamiento es mediante terapia manual que realizamos a nivel de las ATMs,  tanto de forma externa como por vía intrabucal. Haciendo terapia craneal, cervical, de hombros y  tórax con el objetivo de normalizar el tono muscular.

Además, hay una férula de descarga nocturna que evita el desgaste de los dientes, el rechinamiento y estas pueden prevenir disfunciones de la ATM. El trabajo interdisciplinar es el que lleva al éxito en este tipo de patología. Así como las interconsultas con psicología para manejar el estrés, lo que se mencionó que era una causa frecuente del bruxismo. 

Otro de los objetivos será la corrección postural. Dependiendo de cada caso abordamos la disfunción (discal, condilodiscal, maseterina, etc…) de una forma u otra. 

También se le dará al paciente una serie de recomendaciones para favorecer la mejoría de esta patología.