La sangre es vida en circulación. Es un órgano activo, mejor dicho, interactivo… ya que está en todas partes y a todas ellas es necesario que llegue.

La sangre…

Nada más escuchar ésta palabra, a muchos les entra mareo… y si la ven, el desmayo está garantizado.

La sangre, roja, liquida, invasiva, circula por capilares, venas, y arterias llevando y trayendo sin parar, lo más importante; vida.

Todo en la naturaleza se mueve, nada es estático. Si algo se queda parado, se estanca, y muere.

Las células se renuevan, incluso las óseas, tienen unos ciclos más lentos, pero están vivas, nacen, viven, mueren; se renuevan.

Todo ser animado está en movimiento, nada permanece igual, todo evoluciona.

Cuando un bebé está en el seno materno, lo primero que se forma es el corazón, el  cerebro, la médula. Se escucha el bombeo acelerado, con prisa, como sabiendo lo importante que es su función.

A lo largo de la vida, la circulación va variando, y cuando llegamos a edades más avanzadas, parece que esa urgencia de antaño se olvida, se ralentiza.

Se va perdiendo vitalidad en las extremidades, las piernas, los brazos.

La sangre es algo más que glóbulos rojos, blancos, plaquetas y plasma.

Cuando donamos nuestra sangre, estamos dando, compartiendo, lo más preciado; estamos compartiendo vida. No puede haber mayor generosidad.

Cuál es el mejor antiaging

Es mantener nuestra circulación activa. Cuidar de que no se pierda, de que no se olvide, de que no deje ninguna célula sin visitar.

Y lo que mejor activa la circulación es el movimiento, el ejercicio.

Es la principal razón por la que hacer deporte es tan esencial. Es por eso que nunca debemos hacernos perezosos y que el sillón gane la batalla.

Síntomas de mala circulación

  • Hinchazón, hormigueo, en las extremidades.
  • Sensación de frío.
  • Piel color azul, por falta de oxígeno.
  • Varices, venas en las piernas.
  • Manchas rojizas, llagas que no se curan bien
  • Estreñimiento.
  • Cansancio, fatiga, agotamiento.
  • Susceptibilidad de padecer infecciones.
  • Sistema inmune debilitado.
  • Pérdida de apetito, de peso.
  • Problemas de memoria.

Nutrición.

Una dieta equilibrada es fundamental para mantener la circulación activa, saludable:

Antioxidantes

Se encuentran en frutas y verduras. Ayudan porque combaten el estrés oxidativo. Esto es importante, ya que las paredes de los capilares sanguíneos están formados por células, y los antioxidantes ayudan a protegerlas de la inflamación, manteniéndolas elásticas y funcionales.

Alguno de los más importantes antioxidantes:

  • La vitamina E, está en las nueces, avellanas, pistachos, almendras, semillas de girasol, aceite de avellana, aceite de germen de trigo, aceite de semilla de uva, aguacate, huevos, y aceite de hígado de bacalao.
  • Selenio, está en las nueces de Brasil, ostras y vísceras.
  • Vitamina C, está en frutas frescas y crudas, naranjas, mandarinas, limón, grosella, guayaba, kiwi, pomelo, papaya, pimientos, repollo, brócoli.
  • Betacaroteno; en zanahorias, espinacas, calabaza, carne.
  • Flavonoides: son los responsables de la coloración de flores y frutas. Están en el té verde, cacao, uvas negras, arándanos, frambuesas, moras, fresas, ciruelas, y grosellas.

Proteínas.

Son necesarias para los músculos, su contracción comprime los vasos, impulsando el ascenso de la sangre al corazón.

En edades avanzadas, la falta de proteína, unida a la inactividad física, lleva a una falta de músculo, y una peor circulación.

La actividad.

El ejercicio activa la circulación. Andar, nadar, o ir en bicicleta, son deportes recomendables a cualquier edad.

Sobre todo, evitar el sedentarismo.

Otros consejos

En el caso de que por cualquier circunstancia no se pueda hacer ejercicio, los masajes pueden ser una ayuda interesante.

Otra forma de activar la circulación es la ducha de agua fría. No lo hagas si no estás acostumbrado, ya que puede ser un shock excesivo.

Pero es una herramienta eficaz, que puedes ir explorando poco a poco. Ir variando la temperatura de la ducha, y terminar con agua fría, primero en las muñecas y los pies, y si te envalentonas, hasta la cintura, y puede que consigas llegar a todo el cuerpo.

Evita la ropa apretada, los cinturones, calcetines, que impidan de alguna manera que la sangre fluya con facilidad. Si ves que alguna prenda te deja marcas en la piel, deja de utilizarla.

Circulación es vida, y es movimiento. Ponte las zapatillas, y no dejes para mañana lo que debes hacer desde ya.

Centro Médico Healthing