Vemos en las noticias personas  sin base científica,  que transmiten opiniones sobre la eficacia de las vacunas contra el Covid,  ¿Tienen alguna razón de peso para encender tal alarma social? Negacionismo es decir no me lo creo, es contagiar duda, es hacerle el camino al virus.

¿Qué lleva al negacionismo?

La desconfianza, el hartazgo de las falsas noticias y las manipulaciones que nos hacen sentir como marionetas en manos de desaprensivos. Hasta ahí, tengo algo de comprensión sobre ésta posición.

Pero, sinceramente, con la cabeza fría y el corazón caliente, que es como mejor se piensa, incluso aunque haya habido ciertas decisiones erróneas, momentos en donde lo que nos decían se desdecía a la semana, y otras incertidumbres que nos han hecho dudar, mi posición y la de cualquier persona sensata es apoyar las medidas, ponerse la mascarilla, lavarse las manos, respetar la distancia, y, desde luego, vacunarse.

Mi madre tiene 90 años, y le acaban de llamar para ir al Centro de Salud a ponerse por fin la vacuna. Y me llama dudando.” Es que mi amiga fulanita dice que no es seguro, que es mejor no ponérsela… “Menos mal que tengo algo de poder de convicción, y en un momento le pude explicar  que no debía dejar pasar su turno de vacunarse, y asegurar su salud.

Desde luego estoy a favor de la libertad de expresión, todos debemos decir lo que pensamos si con ello no perjudicamos a nadie. Pero nuestra libertad se termina dónde empieza la de los demás.

En el caso de la seguridad de la vacuna, de la eficacia de la mascarilla, y de todas las recomendaciones sanitarias, el ser negacionista le ha costado a Brasil 251.662 muertos, con su presidente Bolsonaro a la cabeza;  a EEUU 520.878 personas fallecidas, con Trump dirigiendo el país, o México con 183.692 personas muertas por el coronavirus. Lopez Obrador de presidente.

Estos tres países encabezan la triste lista de más muertes por Coronavirus, y lo que tienen en común sus dirigentes, es su posición negacionista.

En Europa, el país peor parado, es el que encabeza Boris Johnson, cuya filosofía casi le cuesta la vida.

Lo que los negacionistas deberían saber

Hay una organización, a nivel mundial, la OMS, que regula desde  1948 en más de 156 países, todo lo referente a prevención, tratamientos, epidemias, control de todo lo referente a la salud.

Está dotada con presupuesto de 8.482 miles de millones, y cuenta con la colaboración de los científicos, médicos, investigadores y personal mejor cualificado para asegurar la salud a nivel mundial.

Lo que aprueba la OMS, es garantía de seguridad, para todos los gobiernos, para todos los países.

Merece confianza, da garantía, responde con rapidez y claridad ante las epidemias, y, bueno, probablemente no es infalible, pero nada ni nadie lo es al 100%.

Han aprobado las vacunas del grafico que hemos copiado al principio del artículo. No veo mucha duda con respecto a que mi madre se vacune, y yo, estaré esperando mi turno y no dudaré en poner mi brazo.

Los negacionistas pretenden desestabilizar, producir alarma social, y miedo. Como si no tuviéramos ya bastante. Todos los personajes que salen en la prensa esgrimiendo la bandera del negacionismo, no están relacionados ni con el mundo de la investigación, ni de la medicina, ni con nada que tenga nada que ver con defendernos de una epidemia.

Con sus discursos, pueden convencer a las personas de sus argumentos, y hacer que no se vacunen, perdiéndose la protección para ellos mismos y para toda la sociedad que la vacunación nos va a traer.  No me gustaría que tuvieran que lamentar las consecuencias.

Reflexión

Es muy sano preguntarse si las cosas están haciéndose bien o no, tener opiniones y basarlas en hechos ciertos.

Pero meter la mano en un avispero y agitar, no solo es perjudicial para el que la mete, sino que puede producir malas consecuencias para los incautos que pasen cerca.

Todavía faltan meses para que todos estemos vacunados, y a salvo de la infección del virus. Cuando lo estemos, disfrutaremos de una inmunidad general que nos mantendrá a salvo, esperemos que no cambie la cepa y la de ahora sea la única y definitiva.

Pero apelo al sentido común y al respeto de todos,  cuando se utilizan los micrófonos, sin ninguna base científica, para poner en riesgo la salud de los ciudadanos.

Centro Médico Healthing.