Los beneficios de andar son muchos. A más niveles de lo que podríamos pensar. Prepara las zapatillas, porque cuando conozcas la cantidad de cosas que te van a suceder cuando caminas, vas a querer empezar ya!

Andar, ¿hace algo, o casi nada?

Ponerse las zapatillas y salir a andar tiene más beneficios de los que a priori podríamos imaginar. A muchos niveles.

Andar no solo tiene beneficios que se perciben con bastante rapidez, sino que no tiene ninguna contraindicación.

Claro, no estamos hablando de caminar unos minutos, sino de, en la medida de la capacidad de cada persona, hacerlo de manera más exigente.

10.000 pasos equivalen aproximadamente a 500 calorías.  Por lo que sí, sirve para controlar el peso. Y para muchas cosas más.

Pero, ¿cómo hay que caminar?

Caminar requiere una técnica, simple, pero que va a aumentar el disfrute del momento y va a mejorar los resultados del ejercicio.

En lo primero que hay que detenerse es en las zapatillas que utilicemos. No vale cualquier cosa, y para ello, os proponemos que visitéis  a nuestro podólogo Alvaro Porres, que estará encantado en aconsejarte cual es el mejor calzado para ti, y si lo requieres, hacer un estudio de tu forma de pisar.

Te recordamos que hacer un ejercicio prolongado con un calzado poco apropiado puede entorpecer gravemente el ejercicio.

Después, hablemos del ritmo. Si vas cambiando la velocidad del paso, llevando unos minutos uno más exigente, para reducirlo en los siguientes, puedes conseguir incluso igualar los resultados de quema de grasas equivalentes a un corredor.

Recuerda que si varias la intensidad del ejercicio, aumentas los beneficios, como, por ejemplo, incrementando el metabolismo.

Si vas caminando por el campo, por un terreno más agreste, la propia orografía del terreno puede servir, si estás en el gimnasio, marca tu recorrido para que esté a la altura de las exigencias a las que quieras llegar.

Caminar alivia el estrés, ayuda a la concentración,  se producen hormonas como las endorfinas que aumentan la felicidad, mejora la calidad del sueño.

Mejora las articulaciones, muscula las piernas, y activa la circulación.

Caminar alarga la vida, previene enfermedades y previene la muerte súbita.

Las manos y los brazos forman parte del ejercicio de andar. Los brazos deben estar relajados, los hombros, bajos, y el ángulo que forman con el cuerpo de alrededor de 90 grados.

Mover los brazos de forma acompasada y rítmica con el ejercicio, lo incrementa, además de ayudar a una correcta postura de la espalda.

Para conseguir progresión en el ejercicio, intenta aumentar los kilómetros que caminas, o aumentar la intensidad.

La mirada tiene que estar enfocada hacia delante, no hacia abajo, para prevenir lesiones cervicales.

Pocos ejercicios son tan completos y saludables como dar una buena caminata. Pocos consiguen los amplios beneficios sin tener contraindicaciones. Es difícil encontrar una actividad que podamos realizar a cualquier hora, casi en cualquier sitio, tanto dentro de un gimnasio, como en el exterior.

Ten en cuenta que andar es un ejercicio, y como tal requiere hidratación. No te olvides de beber agua antes, durante, y al terminar el ejercicio.

A cualquier edad, y condición, lo que siempre se recomienda es caminar.

Yo, particularmente, he visto en mis propias carnes de qué manera tan rápida el cuerpo mejora  con la práctica cotidiana de caminatas.

Si te lo tomas en serio, y vas a andar todos los días durante por lo menos una hora, notarás la transformación del cuerpo, como se va modelando, musculando, y de qué manera tan eficaz pierdes la grasa sobrante.

Como recomendación Healthing para éste precioso otoño que estamos disfrutando en Madrid, te sugiero que dejes el coche en el garaje, te pongas las zapatillas, y hagas los trayectos diarios a pie.

No solo mejorará tu estado físico y anímico, sino que además, la contaminación de la atmósfera será menor.

Disfrutarás del paisaje de los árboles cambiando sus colores desde los rojos anaranjados hasta los amarillos dorados.

Todos los días, sal a caminar. Fuera o dentro, pero  no te quedes parado, anda, y benefíciate de lo que el ejercicio saludable hace contigo.