Gracias a la investigación de grandes científicos como los que acaban de ganar el Premio Nobel de Medicina, vamos dando pasos hacia delante, en el conocimiento del comportamiento de los virus que causan la enfermedad hepática.

La hepatitis, originada por un misterioso agente

Esta  enfermedad, que cursa con inflamación del hígado, órgano principal en la desintoxicación y metabolismo del cuerpo, ha sido el hilo que ha conducido a los investigadores a conseguir el Premio Nobel de Medicina.

Se llevan muchos años estudiando las patologías hepáticas y  los virus que los causan, ya que son enfermedades que causan la muerte de millones de personas en el mundo, por encima de la malaria, la tuberculosis, y el Sida.

Este hilo desde el que se empezó a investigar el misterioso virus, se  localizó en  las transfusiones sanguíneas. Personas que habían sido trasfundidas enfermaban del hígado contrayendo hepatitis.

Pero no se había localizado el porqué, ni le habían puesto nombre al terrible virus.

Desentrañar el misterio ha llevado a los Doctores Houghton, Rice y Harvey J. Alter  a un trabajo en equipo, en el que el final ha sido feliz.

Michael Houghton nació en Gran Bretaña, donde ejerció durante años, ahora trabaja en Canadá, donde dirige el departamento de virología de la ciudad de Alberta.

Él  fue el encargado de recopilar ADN procedente de sangre de chimpancés infectados y anticuerpos de personas que habían contraído la enfermedad.

Harvey Alter, originario de Nueva York, fue co-descubridor el virus que causa la hepatitis B.

Empezó su carrera en Georgetown, hasta que llegó al Instituto Nacional de Sanidad de EEUU.

Charles M. Rice nació en Sacramento, EEUU, ejerce en Centro de Estudios de la Hepatitis C del Rockefeller Hospital.

Sus estudios se dirigen más a la replicación del virus, y la respuesta del sistema inmune ante la infección.

El estudio de anticuerpos en personas que habían desarrollado hepatitis crónica, de origen desconocido, han sido la clave para identificar el agente infectante.

Resultados

Así, trabajando juntos,  llegaron a identificar al virus de la hepatitis C.

Gracias a la aportación de éstos insignes investigadores, hoy las trasfusiones de sangre son seguras.

Estos descubrimientos han permitido que pacientes con hepatitis crónica, cirrosis e incluso cáncer, tengan unos tratamientos terapéuticos eficaces.

Localizar los anticuerpos ha abierto el camino para con la utilización de métodos diagnósticos certeros, se pueda tratar y vencer el virus que causa la patología.

El Premio Nobel de Medicina y Fisiología que han recibido es sobradamente merecido.

Este prestigioso premio lo obtuvo Ramón y Cajal, en el año 1906 por sus descubrimientos sobre el funcionamiento de las neuronas en el sistema nervioso.

Los virus

Cada vez vamos conociendo, gracias a las investigaciones, más sobre su comportamiento, cómo se replican, qué proteínas están implicadas, de qué manera podemos impedir que nos perjudiquen.

Los virus, que están en el límite de la vida, forman parte de la naturaleza. Hay estudios que demuestran que, al igual que las bacterias, en ocasiones ayudan a nuestro desarrollo, en concreto tienen un papel fundamental en la formación de la placenta, incluso en nuestro desarrollo del sistema nervioso.

Una línea de investigación contra el cáncer, utiliza virus para eliminar tumores.

Los Premios Nobel

Llevamos ya muchos años celebrando año tras año descubrimientos en muchas artes y ciencias. En el campo de la medicina, vemos como salen en merecido homenaje investigadores que dedican sus vidas a mejorar las de todos.

Detrás de cada enfermedad, hay un proceso de investigación que a base de trabajo y esfuerzo, consiguen controlar, conocer mejor la fisiología humana para hacer cada vez tratamientos más eficaces.

Desde nuestro Centro Médico felicitamos a los galardonados.