
Es verdad, necesitamos aire limpio. Abrir las ventanas, ventilar, que el aire se renueve, es la mejor manera de mantener una buena salud.
Necesitamos aire limpio, no es un capricho
Edificios muy modernos, con una domótica que solo para saber cómo funciona tienes que hacer una carrera mínimo de ingeniería, grandes cristaleras inamovibles, no nos sirven.
Aire acondicionado, calefacción, climatización, filtros de aire que no sabemos lo que filtran y lo que dejan pasar, no los queremos.
Hasta ahora no habíamos caído de manera tan vertiginosa en la necesidad que tiene el ser humano de respirar aire limpio, nuevo.
No sabíamos por qué, pero después de trabajar largas horas entre el ordenador y sus radiaciones, las luces led del techo y el aire movido por máquinas inteligentes, volvíamos a casa con un dolor de cabeza insoportable.
Seremos ahora muy modernos, y es posible que alguien me tache de insensata, pero que gusto entrar en una habitación bien ventilada, con luz natural.
A medida que los avances tecnológicos nos enamoran, de pronto explota algo que dice, no vayáis más por ahí. No es bueno para vosotros. Y nos encontramos respirando aire posiblemente contaminado por partículas que no son nada buenas para nosotros.
Eso sí, la temperatura no se mueve de los 22 grados que hemos puesto en el termostato. Es que las máquinas funcionan muy bien.
Este virus que nos tiene en jaque-casi-mate, vuelve a recordarnos que a él le gusta ese aparato de aire acondicionado cuyo filtro le ayuda a propagarse. Le gusta que no abramos las ventanas, y que estemos horas circulando por espacios cerrados.
A este virus le encanta que no nos cuidemos, y encontrar facilidades para infectar y enfermar a sus víctimas. Odia tener que enfrentarse a un sistema inmunológico preparado, dispuesto a derrotarlo.
No sé cuándo saldrá la vacuna. Es probable que tarde. Meses, o incluso años. En la espera, no debemos cruzarnos de brazos. A este virus, de una manera o de otra, lo debemos vencer entre todos. Cada uno con su aportación.
Que debemos hacer.
- No permanecer mucho tiempo en espacios no ventilados. Exigir si hace falta, que las ventanas se puedan abrir. Revisar los aparatos de aire acondicionado, las climatizaciones, para conseguir la máxima pureza en el aire.
- Cuidar nuestro sistema inmunológico. Es simple, o complejo, depende de cómo sean tus rutinas. Pero implica atacar varios frentes, como el descanso, la buena alimentación, y el ejercicio físico.
- Bienestar El temido estrés debilita todo el cuerpo. Nos hace vulnerables, nos desgasta. Los tiempos son duros, y es posible, o muy probable, que lo vayan a ser más. Encontremos motivación, saquemos resiliencia. Esto es una carrera de fondo, no debemos rendirnos.
- No olvidar las reglas de distanciamiento social. Los contagios los tenemos que parar cada uno de nosotros. Día a día. Siendo precavidos, no olvidándonos de la mascarilla, lavándonos las manos; no bajando la guardia.
Cuanto antes lo hagamos, antes recuperaremos nuestras vidas.
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Nuestra Directora de Medicina del Deporte, María Jesús Núñez, coordina el mejor programa para cada persona.
Para conseguir resultados. Para además, estar seguros, protegidos y satisfechos.
Lo que queremos conseguir es que tomes las riendas de tu salud, que en estos momentos de incertidumbre, sientas que vas a estar a la altura, vas a responder.
Cuando todo esto pase, y lo recordemos, habremos aprendido una buena lección, una prueba tan repentina como maligna, que ha puesto en jaque al mundo civilizado. Ese primer mundo que se sentía por encima de la posibilidad de una pandemia como la que tenemos sobre nosotros.